La pasada noche tuvo lugar en la ciudad de Oberhausen el cuarto concierto del recien estrenado Humanoid Tour de los alemanes Tokio Hotel. La última visita al mítico pabellón König Pilsener Arena data del 20 de marzo del 2007 y puede que se trate de una coincidencia pero Oberhausen fue también la cuarta fecha del Zimmer 483 Tour. Entre una visita y otra apenas han pasado tres años, que en condiciones normales para otro grupo no es nada, pero que hablando de la banda de Magdeburg es mucho tiempo.
El show se retrasó por espacio de dos horas con la hora prevista por la organización. Los motivos se desconocen pero es posible que los problemas de tráfico en la región, donde se llegaron a formar retenciones que superaban los 30 kilometros, fuesen los causantes.
A las 21 horas, el telón negro que cubría todo el escenario caía a ritmo de una atronadora Intro dejando a la vista el famoso montaje de diseño que está a medio camino entre una nave nodriza y un huevo Kinder, que por supuesto, contiene una sorpresa en forma de batería.
Tom y Georg salieron de sus respectivos tuneles a izquierda y derecha, mientras que Bill lo hizo del centro, ataviado con uno de sus muchos trajes de Hombre Bala y con gafas negras. El Show arrancó con “Komm” que puso el pabellón al borde de la locura tras las dos horas de larga espera.
Tanto a Georg como a Tom les han instalado sendos sintetizadores en lo alto de unas tarimas en sus esquinas, por aquello de acompañar y dar sensación de integración en los momentos Pet Shop Boys, que la verdad sea dicha, son bastante frecuentes.