El álbum “Humanoid” ha sido publicado en dos idiomas en todo el planeta, dejando bien a las claras la intención de Tokio Hotel de adentrarse en el mercado americano, donde ya presentara hace 2 años sus credenciales con “Scream”, y en el resto de paises donde la fiebre hotelera aún no da síntomas de epidemia.
El bilingüismo musical es un ejercicio de malabarismo muy peligroso, más cercano al suicidio que a la gloria. Intentar calzar dos textos escritos en idiomas diferentes con un misma base musical y pretender dotarlo de un mismo significado es digno de elogio. Lástima que en la práctica sea imposible. Da la sensación, que algunas cabezas pensantes creyeron firmemente, en su afán de facturar, que un álbum podía ser como un paquete de software que el usuario podía comprar o instalar en el idioma que mejor le pareciese, sin variar un ápice su contenido. Obviamente, se puede hacer una versión de un tema en otro idioma o un álbum completo como ha hecho recientemente Nelly Furtado con “Manos Al Aire”, pero la creación de un álbum en dos idiomas pasa por ser una de las pifias más grandes que se recuerdan; entre otras cosas, porque en realidad hablamos de dos trabajos totalmente diferentes bajo un mismo título.
Como ocurriera con sus predecesores “Schrei” y “Zimmer 483”, “Humanoid” está compuesto en su versión sencilla por 12 temas, 16 en la Deluxe. En esta ocasión han contado con colaboraciones externas con reputados Hit Makers a nivel mundial. Desmond Child y Martin Kierszenbaum con un tema cada uno, Guy Chambers con dos y The Matrix con cinco, ofrecen un total de nueve composiciones que se salen de lo que hasta ahora era el patrón de Tokio Hotel.
Tras sucesivas escuchas, da la sensación que Tokio Hotel pretendía abrir una nueva etapa con “Humanoid” y claramente lo ha conseguido. Los primeros temas del disco conservan claramente las señas de identidad tokioteleras, destacando “Komm”, “Sonnensystem” y “Humanoid”. Mención especial requiere el tema “Zoom” originario del maestro Desmond Child, en el que con la única compañía de un piano, Bill Kaulitz borda uno de los mejores temas del álbum, plasmando con una pasión inusual una letra de una gran belleza. La inclusión de nuevos sonidos a partir del tema “Kampf Der Liebe”, con guiños a Depeche Mode en “Menschen Suchen Menschen”, o al Spaguetti italiano de los 80’ con “Hunde”; y la presencia de temas totalmente prescindibles como “Hey Du”, “That Day” o “Screamin’” con una simpleza que raya en el insulto; muestran el intento de cambio de rumbo de un barco, que hasta la fecha había rodado perfectamente en cuanto a material de estudio se refiere.
Las señas de identidad de Tokio Hotel en “Schrei” y “Zimmer 483” eran la perfecta conjunción de las letras de sus canciones con un claro y definido estilo musical y una imagen de grupo. En “Humanoid” la importancia de los textos pierde fuerza de manera preocupante en beneficio de una modernización del sonido y un estilo bastante difuso con más puntos en común con Lady Gaga que con sus propias raices.
Durante su corta pero intensa existencia, los germanos han tenido que luchar contra la etiqueta Emo que muchos medios se empeñaban en colocarle. En su defensa y hasta el día de hoy, el grupo alzaba la mano enarbolando la bandera del Rock. Tras la escucha de “Humanoid” y aunque hay temas, pocos, que recuerdan la esencia del grupo, da la sensación de que, o la manida respuesta va a cambiar en breve o el Rock, como tal, ha evolucionado en los últimos tiempos ampliando la pinza de lo que se considera permisible sin que nosotros nos hayamos enterado.
El concepto de grupo también ha evolucionado drásticamente. De entrada, en la contraportada del álbum ya se puede leer como Bill & Tom Kaulitz han pasado a ser nuevos Co-Producers y en los títulos de crédito aparecen en todos los temas, de la misma manera que salen los omnipresentes Dave Roth, Pat Benzner, David Jost y Peter Hoffmann. Es comprensible, hasta cierto punto, que los Kaulitz quieran pillar más tajada del pastel, si tenemos en cuenta que son los líderes naturales de la banda, pero por otro lado, deja a los otros dos miembros Georg Listing y Gustav Schäfer en un plano cada vez más secundario llegando en ocasiones a parecer meros figurantes del imperio Kaulitz. Si miramos atrás, vemos como ahora Bill es cada vez más Bill. Lo curioso del caso, es que el grupo es también cada vez más Bill.
Tras 5 días de ventas en la cadena de ventas online Amazon en Alemania, el álbum está situado en el puesto número 50 del ranking global. Un hecho negativo histórico si tenemos en cuenta los precedentes. Hay CDs que hacen olvidar todo lo publicado con anterioridad en un grupo, como si de un reset en la memoria musical se tratase. “Humanoid” provoca un efecto contrario y engrandece la sombra de “Schrei” y “Zimmer 483” haciendoles álbumes referencia e indispensables.
Podríamos rompernos las manos cual palmero y dejarnos la garganta lanzando vivas, pero mentiríamos. Tokio Hotel da un paso atrás con “Humanoid”, pero éste no es más que un álbum, de los que, salvo desastres, llegarán muchos más.
Y es que, por más que te busco, no te encuentro…
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