"Devuélvannos nuestro concierto." El cartel, pegado el sábado en las verjas del Palacio Nikaïa donde debía efectuarse un concierto del grupo alemán Tokio Hotel, el 22 de marzo, es obra de una treintena de fans enfurecidos. Se enteraron sólo el último miércoles de la anulación de esta prevista noche. Y después, quejas constantes.
Tony Rodrigue, de 14 años, colegial de Cannes, lanzó al día siguiente la mala noticia, una petición en Internet. Cosechó este día no menos de 1.066 firmas para exigir más información sobre la anulación del concierto.
"Nos preguntamos si no es un error de los oraganizadores", exclama así Jessica Palumbo, estudiante en Niza que solo tuvo una explicación por mail que evocaba "imponderables técnicos".
"Nos preguntamos si no es un error de los oraganizadores", exclama así Jessica Palumbo, estudiante en Niza que solo tuvo una explicación por mail que evocaba "imponderables técnicos".
Por su parte, la oficina de prensa a cargo de este evento habla de un problema en el escenario. "Los oraganizadores no tienen tiempo de montar el escenario el 22 en Niza y el 23 en Marsella", explica antes de recordar que además de un reembolso de las plazas, los fans pueden también cambiar sus entradas de Niza para Marsella.
No suficiente para Alice Demouliez, alumna de un instituto de segunda enseñanza en Fréjus, que pide, como otros firmantes de la petición, una reprogramación del concierto en Niza.
No suficiente para Alice Demouliez, alumna de un instituto de segunda enseñanza en Fréjus, que pide, como otros firmantes de la petición, una reprogramación del concierto en Niza.
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