Descubra a quién "ama" su hijo
Si usted es de los que creen que lo último en fenómenos fan adolescentes es Hannah Montana, lea este reportaje. Los ídolos de los más jóvenes tienen fecha de caducidad corta: una media de dos años, dicen los expertos. Tiempo suficiente para ganar millones o reinar en Twitter. Algunos desaparecerán, pero otros son los futuros Tom Cruise o Jodie Foster. Descubra quién le está rompiendo ahora el corazón a su hijo.
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Parece lógico suponer que uno ha de vivir su vida antes de contarla. Pero si tu nombre es Miley Cyrus y eres la última (a estas alturas, la penúltima) estrella de Disney, entonces la cosa cambia. No se trata sólo de que la adolescente que encarna a Hannah Montana en la célebre serie firmara un contrato de cuatro millones de dólares por escribirla –lo que convirtió su libro, publicado hace un año, en el más caro editado por Disney–, es que la suya es una fama efímera.
Parece lógico suponer que uno ha de vivir su vida antes de contarla. Pero si tu nombre es Miley Cyrus y eres la última (a estas alturas, la penúltima) estrella de Disney, entonces la cosa cambia. No se trata sólo de que la adolescente que encarna a Hannah Montana en la célebre serie firmara un contrato de cuatro millones de dólares por escribirla –lo que convirtió su libro, publicado hace un año, en el más caro editado por Disney–, es que la suya es una fama efímera.
Millones de adolescentes en todo el mundo tienen su mirada (y sus sueños) puestos en Cyrus, los Jonas Brothers o Selena Gomez. Pero dentro de uno, dos años, tres a lo sumo vendrán otros y después, otros más. Son ídolos de quita y pone que acaparan portadas en revistas como Bravo o Super Pop, protagonizan series y publican discos mientras sus rostros se tornan ubicuos, invadiendo carpetas, camisetas o toallas y firman contratos millonarios. Cyrus, sin ir más lejos, es desde hace un par de años la actriz adolescente mejor pagada de la historia: 25 millones de dólares en un año. ¿Y después?
«La fecha de caducidad se acorta cada vez más. Antes vivíamos cinco años de un grupo como Take That. Tokio Hotel apenas ha funcionado dos y en el caso de Zac Efron o Vanessa Hudgens –protagonistas de High School Musical– puede que ese plazo sea aún más corto», explica Alexander Gernandt, responsable de nuevos talentos de la revista Bravo. Así las cosas, no es de extrañar que la pequeña Miley diga en las entrevistas, a sus 17 años, que va siendo hora de reinventarse. La puja por su futuro, de hecho, ya se ha desatado. Hugh Hefner, mandamás de Playboy, desea que la joven pose para su revista cuando sea mayor de edad.
Durante mucho tiempo, los profesores aseguraban que las generaciones de estudiantes cambiaban por completo cada siete años, con nuevas modas, nueva forma de hablar, nuevos héroes e ídolos. Ahora ocurre cada año y medio, tal y como asegura Klaus Farin, del Archivo de las Culturas Juveniles de Berlín. Este fenómeno responde a dos motivos. El primero es Internet. Aunque los estudios incluyen cláusulas en sus contratos que controlan lo que sus ídolos pueden o no decir en redes sociales como Facebook, los fans tardan unos minutos en saberlo todo sobre un cantante o un actor. La fama es inmediata… y breve. Sólo unos pocos elegidos sobrevivirán. En estos momentos, parece que uno de ellos será Robert Pattinson, el protagonista de la serie Crepúsculo, quien además de estrenar en junio una nueva entrega de la saga en la gran pantalla, tiene ahora otra película en cartelera, Recuérdame.
Hay otra cosa que también ha cambiado radicalmente: antes, las estrellas tenían una dimensión sobrenatural. Hoy son figuras con las que los jóvenes se pueden identificar, adolescentes con problemas de adolescentes. Alexander Gernandt, redactor de Bravo, afirma: «Los fans no quieren leer que Miley Cyrus tiene cinco limusinas, quieren saber si alguna vez se metieron con ella en el colegio o si sacó malas notas».
No es extraño que los padres no estén muy al tanto de a quién idolatran sus hijos. El mundo de los iconos juveniles es más hermético que nunca. Miley Cyrus ha generado mil millones de dólares con sus productos, pero su fama se granjea en un mundo ajeno a los padres de sus fans: mp3 descargados de Internet, series que se pueden ver on-line… Ni ella ni sus compañeros de andanzas tendrán nunca seguidores adultos; la siguiente tanda de fans, sólo 18 meses más jóvenes, buscará sus propios ídolos. Los tendrán: son el cantante Justin Bieber, de 16 años, o Bridgit Mendler, reemplazo de Jonas Brothers y Demi Lovato, respectivamente. Mendler acaba de ‘graduarse’ del curso para nuevos talentos creado por su productora. Incluye instrucciones de expertos en seguridad, psicólogos, etc. Ya está lista para encarnar los sueños de millones de adolescentes. Si `sobrevive´, aparecerá en el próximo reportaje…
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