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La respuesta europea a los gigantes de la música juvenil de Estados Unidos es la banda alemana Tokio Hotel, quienes han llenado estadios y roto récords de ventas con sus discos. Hace dos años dieron el salto a América: tienen miles de fans en Estados Unidos, y aunque en ese país no alcanzan la popularidad de Miley o Jonas, su mayor mercado se encuentra en Latinoamérica, donde hay clubes, blogs y cientos de páginas en internet dedicadas a ellos. El mejor ejemplo de esta euforia la dieron en 2008, cuando visitaron Guadalajara como parte del elenco musical de Los Premios MTV.
La máquina detrás de la estrella
Los ídolos juveniles de hoy cuentan con mayor mercadotecnia y publicidad, además de que los chavitos de hoy tienen un mayor acceso a la información, asegura Luis Jasso, del área de Prensa de Ocesa. “Se casan con marcas y tienen canales de televisión a su disposición, como Disney Channel. Eso les ayuda porque antes no había canales dedicados a promover artistas, cuando te gustaba un artista no estabas a un click de saber más de ellos, como sucede actualmente”.
Los ejemplos sobran, aunque quienes mejor lo saben explotar son estrellas del calibre de Miley Cyrus y Jonas Brothers, quienes tienen programas de televisión, películas y productos que se desprenden de éstos, como ropa, pósters y discos.
Otro caso es el de Justin Bieber, quién se dio a conocer en YouTube, donde aún conserva un canal exclusivo. Tokio Hotel también tiene uno, llamado Tokio Hotel TV, en el que emitieron una especie de reality show de cómo grabaron Humanoid, su nuevo álbum.
“Tienen programas de televisión, mercancía, líneas de ropa, revistas, están sobreexpuestos, pero lo que hay que ver es por qué sólo algunos triunfan, y esto tiene que ver por cómo se conectan con la gente”, dice Ligia Bang, periodista y ex directora de una revista para adolescentes.
“Estos chicos le dan al clavo, entregan lo que al público le gusta, y también reflejan situaciones por las que los jóvenes pasan. En algunas de sus letras Justin Bieber habla del divorcio de sus papás. Entonces los chavos se identifican con él, van a sus shows, compran sus productos, porque además es lo que está de moda”, asegura Lucía Hernández, directora de la revista para adolescentes Por ti.
Amanda Partida, label manager internacional de Universal Music, asegura que “Miley Cyrus, quien proyecta seguridad, fuerza y poder, es muy atractiva para ellos. Ser popular es importante también, y un artista como Drake Bell, de la serie Drake y Josh, les cae bien porque es cool”.
Pero Bell no tiene tanta popularidad. “Aquí es cuando ves que la mercadotecnia no es todo, porque Drake tiene programa de televisión, discos, película y productos, pero no es tan exitoso”, dice Bang, quien agrega que “la mercadotecnia les ayuda pero no los hace, porque pueden tener mucha, pero si carecen de carisma, no triunfan. Y si tienen mercadotecnia y carisma pero les falta talento, tampoco. "Artistas como Miley o Tokio son carismáticos, atractivos, pero también trabajan duro, tienen conciertos seguidos, se levantan temprano para dar entrevistas, están dispuestos a generar noticia. Por eso son tan pocos los que están en el estatus de estrellas”.
Lucía Hernández, directora de la revista Por ti.
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